miércoles, 29 de abril de 2009

Yo, de pie

Las revisiones periódicas me llevan de nuevo a la Unidad de Mama del policlínico de la Arrixaca. Allí compruebo que ha aumentado la ‘pacientela’ de los especialistas y me alegro por lo que eso supone, cuando es para bien. Ni que decir tiene que aprovechar cualquier oportunidad para recordar la importancia de las revisiones médicas es administrar bien la existencia de una.
En la sala de espera, hace un año, encontrábamos sillas casi todas las que allí acudíamos para que nos entregaran la confirmación de una falsa alarma que, en más ocasiones de las deseadas, no llegaba. Como mucho, unos cuantos tenían que quedarse fuera. Pero el lunes no fue así, la sala estaba llena, el pasillo de acceso también. Habían pacientes hasta en las hojas de la agenda. El problema es que, si te sales a buscar un lugar donde esperar a que te llame la enfermera, no oyes a la mencionada llamarte. Así que la elección es más bien una imposición; a esperar de pie.
Y entonces, no sé porqué, me acordé del autobús urbano y de cómo se administran los asientos libres, y de cómo ha cambiado todo eso durante los últimos años. Pero duró poco, para volverme a alegrar de nuevo de que cada vez más mujeres se revisen el pecho y acudan al médico.

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