miércoles, 13 de mayo de 2009

Romper estadísticas

A veces las jornadas de salud a las que me he suscrito se hacen muy largas y pesadas. Pasas gran parte de la mañana entre dependencias de la Arrixaca y avanzas más bien poco. Así, entre periódico, libro, revista y consola de videojuegos, tengo tiempo de levantar la vista y mirar a las caras de los pacientes, o los enfermos, o los acompañantes, o a quienes lo fueron.
De esta manera recargas la batería y obtienes nuevas energías para seguir adelante. Allí sigo encontrando a los mismos héroes anónimos, seres humanos en trance especial que diría uno de los seguidores de mi blog ‘Yo también tengo cáncer’.
Porque sólo es necesario contemplar para hacer algo más que ver y recibir una lección humana. Eso es lo que ocurre en oncología. Que mientras los profesionales nos salvan del tobogán de emociones en que nos embarca la visita a su consulta, las personas que allí acuden te enseñan que nada mejor que las ganas de vivir para romper estadísticas.

1 comentario:

  1. Hola, Isabel.
    Esta semana me ha tocado revisión.
    Las miradas cómplices en la sala de espera, son el reflejo de faros en la costa, cada uno marcando su acantilado.
    El "impresentable" nos deja su marca, pero siempre nos queda una bala en la recamara, las ganas de vivir.
    Te deseo fuerza.

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